Solía vivir
vida de millonario,
iba a Punta del Este
en un Mercedez Benz,
almorzaba mariscos
con Susana Gimenez
y a famosos extranjeros
administraba sus bienes.
Ahora trabajo
en una tienda textil
limpio y ordeno
en la sección Hogar
también,
colaboro en Lencería
pero no soy cadete
ni hago mensajería.
Y cuando voy a las sierras de Córdoba
voy a la gruta de Candonga a rezar
y le pido a la Virgen
que me saque de la ruina
porque nadie te quiere
si no manejas un Mercedes Benz.